jueves, 23 de octubre de 2008

La canción de autor en México, primeras impresiones

Francisco Espinosa sigue en su gira mexicana. Desde allí nos envía unas interesantes reflexiones sobre la situación de la cancón de autor en México.

Dicen que la mejor manera de erradicar el nacionalismo es viajando, que así uno deja de verse a sí mismo y a su entorno como el centro del universo, tal vez por eso los estadounidenses son como son, sólo conocen su pueblo.
Venir a México siempre fue una de mis grandes ilusiones, una de mis obsesiones, ya que hace mucho tiempo que tengo una estrecha relación con amigos mexicanos, sobre todo trovadores. Así mi primer concierto en México DF será siempre una experiencia inolvidable por lo que fue y por lo que representó.
En los días que llevo aquí, he descubierto que posiblemente haya mucha gente en México que no sabe nada de trova, pero la gente que conoce esta música, está bastante más informada que en España, hay un gran y buen gusto hacia este tipo de música. Mi primera noche en México, en el concierto de Amaury Pérez supuso una grata sorpresa para mí, ya que descubrí que el público mexicano le conoce, le tiene en gran estima, ya que en España es un perfecto desconocido, como ocurre también con los trovadores mexicanos. En cambio, los mexicanos conocen bien el mundo de la trova española, por supuesto a los grandes, a los de siempre, Víctor Manuel, Aute, Serrat, Sabina, etc, pero también a los más jóvenes, como Pedro Guerra e Ismael Serrano o incluso a cantautores más desconocidos, como es el caso de Javier Bergia.
Creo que para el que llega de nuevas, no es un camino de rosas, ya que pasa un poco como en España, la gente asiste a los conciertos de la gente que conoce. Hasta ahora, en nuestros conciertos no ha habido mucha gente (los sitios eran pequeños) y han estado en ellos mayoritariamente amigos, aunque también se ha descolgado gente que no nos conocía de nada, algo que en España apenas ocurre. El concierto en León será una buena piedra de toque, ya que allí no tenemos amigos. Me han dicho que parece ser que nuestro concierto en Guadalajara está despertando expectación, ya veremos. Seguiré contando.

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viernes, 17 de octubre de 2008

Amaury Pérez, 30 años en México

El trovador Francisco Espinosa, hermano y colaborador de CANCIONEROS.COM, se encuentra de gira por México con la aragonesa María José Hernández en donde compartirán escenario entre otros con Mexicanto, Alejandro Filio y Alejandro Santiago. Han sido invitados al concierto en homenaje al trovador cubano Amaury Pérez y desde allí nos envía una crónica.

No hay nada como acabar de aterrizar en México DF, donde todo es inmenso, y asistir la primera noche al concierto "Amaury Pérez 30 años en México".
Amaury es un trovador muy querido en México, de ahí la gran asistencia al concierto, celebrado en el "Teatro Metropolitan" anoche, 16 de Octubre. Por desgracia, en España Amaury es un gran desconocido para el publico, pero aquí es un trovador seguido, del que la gente tatarea las canciones, se saben todas las letras, vibran, aplauden, e incluso lloran al escuchar su música.
Con una puesta en escena magnifica, Amaury nos recibió a las 21:00 horas, apareció en el escenario acompañado solo por su guitarra, detrás de él una inmensa cortina de color negro. Amaury interpreto varias canciones en solitario, incluso nos regaló un popurrí con tres canciones de los que él consideró los tres grandes de la trova cubana, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, y Noel Nicola.
El también cubano Manuel Argudín fue el primer invitado, cantando dos canciones en solitario y otra junto a Amaury. Después los invitados nacionales, el dúo Mexicanto, David Filio y Sergio Félix, llenos de fuerza, como de costumbre nos deleitaron con una de sus canciones, para cantar junto a Amaury una espléndida versión de la "Historia de las sillas", de Silvio Rodríguez.
Además de los integrantes del grupo de Amaury (una especie de "los 5 latinos" en versión propia, ya que lo componían dos bolivianos, un argentino, un mexicano y un español, catalán para más señas), al levantarse el telón trasero apareció la Orquesta Sinfónica Juvenil de Zapopan, bajo la dirección del maestro Francisco Orozco. Una maravilla.
El trovador cubano, cómplice con su entregado publico durante toda la noche, nos deleitó con multitud de anécdotas, guiños, confesiones e incluso lágrimas.
En resumen, tres horas de merecido homenaje que tardaré en olvidar.

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miércoles, 16 de julio de 2008

Un lujo llamado Javier Bergia



Cuando allá por la década de los 80 escuché a un famoso crítico musical (del que hoy me olvidaré de nombrar) decir: ‘el futuro de la canción de autor en España está en “los tres Javieres”, es decir, Ruibal, Bergia y Batanero’ jamás pensé que podría haber una distancia tan enorme entre la lógica y la cruda realidad. Por aquel entonces yo apenas conocía a Javier Bergia, a Javier Ruibal le había oído en un par de ocasiones (y debo confesar que nunca me cautivó su aire aflamencado), pero conocía bien la música de Javier Batanero, ya que yo era (y soy) un enamorado de su música.
Posiblemente Javier Bergia sea uno de los ejemplos más claros de lo que Mª Gracia Correa denominó (parafraseando a Noel Nicola) “trovadores sin suerte”, ya que pese a su enorme calidad musical, no ha llegado a trascender al gran público, aunque para muchos de nosotros sea un “cantautor de culto”.
A lo largo de su carrera ha editado 10 discos, en los que con su inconfundible estilo y sus eternas melodías nos ha ido regalando su esencia como autor, su poesía musical, su música poética. Sus canciones nos dejan restos de sabores, como el buen vino que seguimos paladeando incluso una vez que lo hemos bebido. Unos barnices tradicionales, hasta medievales batidos suavemente con pop, pero del bueno, del exquisito, todo esto aliñado con su voz, su inconfundible voz, su entrañable estilo.
Si a su música le añadimos la magia del directo, nos encontraremos con toda una personalidad encima del escenario, ya que Javier es de aquellos que le sentimos disfrutando cuando canta en directo, que nos seduce con su ternura, que nos encandila con su humor y su socarronería.
Es Bergia además de un gran cantautor, un excelente instrumentista, junto a Luis Delgado ha grabado varios discos, en los que se suelen decantar por la fusión de música étnica con otras músicas. En los últimos años Ismael Serrano ha tenido la suerte (y el acierto, por supuesto) de poder acompañarse de él en sus conciertos, todo un lujo. Por si fuera poco, es un gran conversador y hemos podido disfrutar de él como colaborador de programas de radio, ¡qué más se le puede pedir!.
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miércoles, 11 de junio de 2008

Sobre concursos y cantautores



Por definición, siempre me he negado a participar en concursos musicales. ¿Quién puede certificar que una música es mejor que otra o un cantante mejor que otro?. Para gustos existen los colores, por ejemplo, yo prefería a Sabina cuando tenía su voz original, pero ahora es cuando está triunfando.
El espacio en el que se mueve la canción de autor es cada vez más reducido, como decía el trovador chileno Francisco Villa, “cuando decides dedicarte a esta música, firmas un contrato indefinido con el anonimato”. Por eso, aunque no crea en los concursos, al final siempre termino saludando la iniciativa de crear un concurso de cantautores.
Lo ideal sería que estos concursos no fueran competitivos, que fueran muestras, donde el público pudiera acercarse a escuchar nuevas propuestas, cantautores menos conocidos, pero lamentablemente la mayoría entronizan a un ganador o ganadora.
Hay concursos en los que cada año se presenta un determinado número de “fijos”, que un año quedan en segundo lugar, otro en tercero, otro vuelven a ser segundos, hasta que lo terminan ganando, lo que les suele otorgar otro año más de beneficios, ya que el siguiente certamen suele abrir con el ganador del anterior.
Pero lo que más sorprendido me tiene últimamente son los supuestos concursos de cantautores en los que se prima cualquier cosa que no sea un cantautor, donde los que hacen canción de autor (de la de verdad) son eliminados a las primeras de cambio, es como si fueran concursos hechos expresamente para defenestrar cantautores.
El pasado fin de semana (6, 7 y 8 de Junio) se han celebrado las dos semifinales y la final del “12e Concurs Cantautors/es Horta – Guinardo” en Barcelona. Tras repasar la lista de semifinalistas tuve que confesar mi desconocimiento, ya que de los 30 que aparecían en el cartel apenas conocía a tres o cuatro de los que allí aparecían (es algo que cada vez me pasa en más concursos, pese a que casi me podría considerar un “erudito” en cuando a cantautores, no creo que haya por ahí listas de enlaces a páginas de cantautores más amplias que la mía, que me he ido construyendo yo mismo a base de ir conociendo y escuchando a distintos trovadores por ahí).
No sé por qué últimamente llaman “concurso de cantautores” a certámenes en los que se prima a la música que no se puede considerar como canción de autor. Es más fácil que un “roquero”, un “popero” o un “rapero” ganen un concurso de cantautores a que lo gane un cantautor. Vaya por delante el respeto que me merecen este tipo de músicas, pero es como si alguien que canta fandangos ganase un concurso de jotas. Cada cosa tiene su sitio y su lugar, pero como ya hemos llegado a la desvirtuación absoluta de la palabra “cantautor”, ya aceptamos como tal a cualquiera que escriba y cante sus propias composiciones.
Señores del jurado de Horta – Guinardo, permítanme decirles que los señores que ganaron el concurso, bajo el nombre de “Il putto musicante” no hacen “canción de autor” tal y como la entendemos los que nos dedicamos a esto. Seguramente tendrá un gran valor musical, pero no se puede clasificar en eso que consideramos como “canción de autor”, eso que en América llaman “trova”.
Hasta mis oídos ha llegado la argumentación de que el jurado valoraba “algo diferente al tipico cantautor de siempre que toca su guitarra y cuenta las historias de siempre”. Pues entonces, señores organizadores y señores del jurado, llamen a su certamen de otra manera que no incluya el término “Cantautors/es” en el nombre.
Ojalá que en el futuro los concursos de cantautores estén reservados para ellos, para los cantautores.
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miércoles, 12 de marzo de 2008

"Canciones al filo", todo un ciclo


Canciones al filo es uno de los pocos certámenes de cantautores que se celebran en España, además es un certamen de prestigio. Se desarrolla en la localidad de Collado Villalba, a 40 kilómetros de Madrid y está organizado por el ayuntamiento de dicha ciudad, uno de los pocos que tienen inquietudes musicales (de nivel, por cierto, ya que organizan también el ciclo ViaJazz, donde llevan músicos de primera fila).
Por el ciclo ya han pasado figuras de primer nivel de la canción de autor en España, aunque también hemos pasado otros (yo tuve el placer de tocar en los años 2005 y 2007). El padrino del ciclo el primer año que se celebró “Canciones al filo” fue el ya tristemente desaparecido Hilario Camacho, que luego sería el encargado de cerrar el ciclo en su tercer año, en 2006, concierto que sería el último de Hilario.
Algo que empezó siendo exclusivo de la localidad de Collado Villalba, poco a poco se ha ampliando a otras localidades de la zona, llevándose a cabo este año, en su 5º edición en las localidades de Collado Villalba, Valdemorillo, Guadarrama, Colmenarejo, Becerril de la Sierra, Collado Mediano, Alpedrete y Navacerrada. Por sus escenarios, en estos años, además de Hilario, han pasado músicos de la talla de Luis Eduardo Aute, Pablo Guerrero, Javier Bergia, Adolfo Celdrán o Javier Batanero.
Iniciativas como esta son muy necesarias, por eso quiero dar las gracias a todos los que han hecho posible que haya llegado el ciclo a su 5ª edición.
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lunes, 3 de marzo de 2008

Luis Eduardo Aute-Rito

Antes de comenzar a escribir sobre este disco, quiero hacer una aclaración, para que nadie se pueda llevar a engaño, comentando discos de Luis Eduardo Aute yo no soy objetivo. Todos los autores que a lo largo de los años me han gustado, me han influenciado en mayor o menor medida, tanto humanamente como en mi faceta de músico, pero estoy totalmente seguro que yo no entendería la música de la misma manera que la entiendo de no haber existido Aute.

No me quiero extender en detalles biográficos, ya que hay muchas y muy buenas biografías publicadas en Internet, pero a modo de anécdota podemos decir que Luis Eduardo llegó de forma casual al mundo de la música, ya que lo suyo era la pintura. Hasta ese momento, sus canciones o cantadas por otros o por él mismo habían tenido un gran éxito, lo que le proporciona bastante independencia y el compromiso, tanto de la compañía discográfica como del productor (el poeta José Manuel Caballero Bonald) de no tener que aparecer en televisión ni de dar recitales.

Con este disco, “Rito”, subtitulado “Canciones de vida y muerte”, editado en 1973, inicia la trilogía “Canciones de amor y muerte”, que completaría con los discos “Espuma” (Canciones eróticas) y “Sarcófago” (Canciones de muerte). Es para mi gusto el mejor de todos los discos de Aute, donde coinciden un aluvión de estupendas canciones. Efectivamente, esta es otra apreciación personal y por lo tanto subjetiva, pero no debo estar tan equivocado cuando treinta años después, entre los dos discos que editó bajo el título de “Autorretratos”, en los que hacía nuevas versiones de sus canciones más importantes, volvió a grabar diez de las quince canciones que están en el disco.

Los arreglos del disco y la dirección musical corren a cargo de Carlos Montero (magníficos para mi gusto). De las canciones, ¡qué podemos decir!, entre los títulos de este disco se encuentran varias de las más importantes y conocidas canciones suyas.

El disco comienza con una maravilla titulada “Quiero apurar cada grano de arena”, que personalmente tuve que esperar hasta 1984 para escuchársela cantar por primera vez en un concierto, fue en la presentación del disco “Cuerpo a cuerpo”:

Quiero beberme de un golpe la fuerza
tenue que apenas me sigue empujando
y alimentar olvidadas quimeras,
nubes dormidas, juguetes primarios,
oso de trapo, levántate y peca
desde tu polvo curado de espantos.”

A continuación viene “Rito de agujeros y cipreses”, un título más que sugerente, muy acorde a la temática del disco. A continuación viene una de sus canciones más conocidas, “Dentro”, con una temática nada común y mucho menos en aquellos tiempos, ya que la canción habla de la masturbación:

Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti
y nace un muerto.”

Continúa con “Amor” y después “Lecho de amor y de muerte” y a continuación otra de sus canciones más importantes, “De alguna manera”, que ya era una canción muy conocida, ya que había sido grabada anteriormente por Rosa León.

Termina la primera parte del disco (yo sigo pensando todavía en formato “Cara-A” y Cara-B”, que es como he oído este disco la inmensa mayoría de las veces) con “Estúpida manía circular”, que trata del paso del tiempo. Comienza la segunda parte con una dura canción “La mala muerte”:

“Muerte gula eterna, te invito a mi comida
Muerte hambrienta esposa, mi carne esta servida
Muerte boca sucia, devórame bonita
Mala muerte tengas, ¡ay!...
ay muerte de mi vida.”


La siguiente es otra magnífica canción, “Acaso”, una obra de arte con unos arreglos magníficos. La siguiente es “Mientras tanto amando”, una de las canciones del disco que más desapercibidas han pasado a lo largo de estos años y tras ella viene “Cuéntame una tontería”, una canción que produce un escalofrío al oírla, ya que en ella habla sobre la espera de la muerte, de forma distendida, pero por ello te estremece.

A continuación viene una de las canciones más importantes que se han escrito en la historia de la canción de autor en castellano, “Las cuatro y diez”, una mítica canción:

“Fue en ese cine, ¿te acuerdas?,
en una mañana al este de Edén,
James Dean tiraba piedras
a una casa blanca, entonces te besé.”

Como es lógico, tras esta maravilla, las siguientes canciones pasaron algo inadvertidas, como ocurrió con “Hay algo en el aire” y “Nada más que nada”, terminando con una inteligente canción titulada “Epílogo: Autotango del cantautor”, en la que Aute se ríe de si mismo en su faceta como “sesudo cantautor”.

En resumen, una maravilla de disco. Prueba de ello es que lo tengo tres veces, dos en vinilo y una más en CD.

Los títulos ordenados de las canciones son:

1- Quiero apurar cada grano de arena

2- Rito de agujeros y cipreses

3- Dentro

4- Amor

5- Lecho de amor y de muerte

6- De alguna manera

7- Estúpida manía circular

8- La mala muerte

9- Acaso

10- Mientras tanto, amando

11- Cuéntame una tontería

12- Las cuatro y diez

13- Hay algo en el aire

14- Nada más que nada

15- Epílogo: Autotango del cantautor

Por cierto, no creo que haga falta aclararlo, pero por si acaso, Luis Eduardo Aute firma todas las canciones, tanto la letra como la música.

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